La voz de Los abismos, de Pilar Quintana, es de una mujer. Pero no veo en ello una obviedad narratológica, en el sentido que quien narra es una mujer, sino ahondar en la configuración cultural de esa voz y en ese particular efecto que tiene en un lector —yo, en este caso— leer a ciertas autoras… y leer en 2021 a la escritora caleña.
La voz de Los abismos no se reduce de ninguna manera a la denuncia, a la queja, a la conmiseración; tampoco me arriesgaría a decir que se trata de una militancia. En la voz de esta mujer confluyen el autoconocimiento y la ironía, algo que a mi modo de ver se potencia con la perspectiva de la niñez recordada de la narradora.
Ahora bien, a ese autoconocimiento y sus posibilidades críticas, que relaciono con un profundo conocimiento de la construcción cultural y literaria de la mujer en Colombia —por no decir que en Occidente— y también con la asimilación de esa tradición, ese conocimiento, digo, se une a la construcción propia, subjetiva de lo femenino. De esa conjunción afortunada surge un modo de leer la novela en el que necesariamente se involucra la historia propia del que lee, la niñez sobre todo, lo determinante que es.
Con toda seguridad debe haber lecturas más originales de Los abismos, que vayan más allá de esta para muchos común y obvia relación con lo femenino. Sin embargo, ha sido con esta novela con la que he pensado que lo femenino, y todo lo que lo represente o evoque, tiene en nuestra cultura un halo de tristeza, de pesadumbre, de tragedia cotidiana casi siempre invisible, casi siempre paisaje.
Amagá, mayo 9 de 2021
Leandro, exquisito análisis con el que argumentas tu lectura de la novela de Pilar Quintana. Me antoje de leerla. Seguiré este blog como una ferviente admiradora de lo que escribes, de como lo escribes.
ResponderEliminarLeandro, exquisito análisis con el que argumentas tu lectura de la novela de Pilar Quintana. Me antoje de leerla. Seguiré este blog como una ferviente admiradora de lo que escribes, de como lo escribes.
ResponderEliminarQuerida Triz, que todo sea por aprender y conversar. Me siento honrado con tu lectura. Un abrazo
EliminarLeo, gracias por este comentario, sin duda está la voz de lo femenino hablando de una sociedad, de una época en nuestro país y de lo que fuimos y hemos sido las mujeres, de lo que se nos ha dado, lo que se nos ha permitido y lo que se nos ha prohibido.
EliminarGracias a vos por tu tiempo para leer y comentar. Tuve mucho susto de escribir ese comentario; aun hay mucha susceptibilidad respecto de que un hombre hable de "leer desde lo femenino".
EliminarParticularmente la lectura de ésta historia me dejó pensando mucho en esas cosas que te dicen los adultos cuando eres pequeña y se quedan en nuestra mente... Esos miedos y esas angustias se quedan en uno mucho tiempo...
ResponderEliminarEl papel de cada una de las mujeres de la historia es hermoso, tan autóctono, tan sentido, tan común en experiencias cercanas... Lo amé! ��
Gracias por acercarte a este espacio y contribuir a la conversación. Así es, también yo pensé todo el tiempo en esas cosas que me dijeron y presencié cuando era niño. Bienvenida siempre a La parroquia.
ResponderEliminarGracias profe por la invitación. Siempre he querido leer algo de la autora y creo que esta es una muy buena opción para iniciar.
ResponderEliminarEspero que hayas disfrutado de la novela y que nos dejes saber qué te pareció.
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