Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de octubre, 2023

El pecado de la carne, de Andrés Delgado (un comentario)

No es sólo un libro de crónicas; es, también, un libro sobre la escritura, sobre la literatura, sobre la reportería. Existe en la historia del periodismo un momento en el que los redactores salen de las salas para buscar la noticia, el suceso atractivo, y con ello una forma distinta de contarlo, lo que muchos han llamado la voluntad de estilo. Creo que no es un desacierto ligar El pecado de la carne  (2023) a esa tradición. Incluso, hay que decir que es un libro que incluye crónicas (y otras formas no necesariamente periodísticas y no por eso ficcionales), pero que no tienen la urgencia ni la demanda del periodismo; la situación de producción de esta escritura es otra. No sé si Delgado se sienta periodista o no, pero estoy por creer que su interés no se agota en contar la noticia sino en vivir la experiencia para luego transmitirla de alguna manera, lo que no lo libra del morbo, del atractivo de lo sórdido, del exotismo, de un lugar de enunciación de los escritores aburguesados con re

Tinieblas adentro, "historias de muchachos" de Medellín

Los jóvenes han sido, por años, objetos de representación de la literatura y el cine en Medellín. Las décadas de 1980 y 1990 produjeron una representación de la juventud contaminada por el narcotráfico y cuanto problema derivó de ese tristemente célebre fenómeno. Eran jóvenes metidos hasta el cuello en las lógicas de esa realidad abrumadora de la que no podían huir, estaban atrapados y Medellín no les ofrecía otra alternativa. Son los jóvenes de Víctor Gaviria, Alonso Salazar, Fernando Vallejo, Jorge Franco, por sólo aventurar un posible canon reconocido por todos.  Pasadas casi tres décadas, no es desfasado plantear si no una superación sí una transformación de esa representación. En la narrativa y el cine de la Medellín de lo que va del siglo XXI, si bien el narcotráfico respira en el fondo, no ocupa el primer plano; el interés de los creadores por los jóvenes se mantiene, aunque parece haber un reconocimiento de que su tragedia ha tomado nuevos matices; porque siempre habrá tragedia

El viajero y sus sombras, de Renán Silva (un atrevimiento mío)

Hay quienes existen para pensar, aunque en sociedades como la nuestra aún cueste tanto ganarse ese lugar, al menos ganarlo por mérito y no por distinción de clase, por privilegio o por publicidad, como es común por estos días. Pero este libro del historiador Renán Silva se refiere a un pensador en el sentido más estricto de la palabra: Francisco José de Caldas. Y, ahora que lo escribo, este libro lleva a redimensionar ese término que hoy se les atribuye a personas que no necesariamente piensan, sino que comentan, parafrasean, balbucean impresiones y, finalmente, confunden. Nuestra academia está plagada de estos pensadores, pero no serán ellos objeto de esta reflexión.  Se debe llamar la atención en el título de este libro que recuerda uno de Nietzsche ( El viajero y su sombra ). Además de la alusión al viaje que cobra una especial importancia en este estudio, las sombras remiten a la insatisfacción, la incompletud, el reconocimiento del límite y la angustia que eso implica en una relac