Era 1975 . E n es t e libro de poemas ya estaban pre fi gurados la literatura, el cine , la pintura y hasta la música de Medellín en los siguientes cuarenta años. Aparece casi todo en esa poesía; contextos y situaciones que recreó el cine de los 1980 , personajes que se convirtieron en tipos en la novela de los 1990 , incluso el dialecto que creyeron descubrir los académicos del fin del siglo XX antioqueño ya estaba cristalizado, consolidado, poetizado en la obra de Helí Ramírez . El título, La ausencia del descanso , remite a cansancio ¿Cansancio de qué?, nos preguntamos. Ahora bien, cuando no hay descanso ¿qué ocupa su lugar? Quizá la desesperación, la zozobra que aparece sugerida en varios poemas (“ El corazón pasa con un fierro”) , la muerte y la violencia que se expresa n en la forma de sinécdoques como “ cenizas ” y “ fierro ” . Esta ausencia de descanso es, por extensión, falta de tranquilidad, de sosiego, la presencia cada vez más certera de la muerte, del hampa, y